Construyendo para la inclusión
Una nueva infraestructura debuta este año dando mejor accesibilidad, estimulación y contención.
Un flamante ascensor que recorre los tres pisos del edificio que alberga a los cursos de séptimo básico a tercero medio del colegio es parte del sentido de inclusión con el que se inició el nuevo año escolar. Un patio sensorial y un Aula de recursos completan la infraestructura con la que el TEI busca acoger a todos los estudiantes.
Fue durante el año pasado cuando se generó una comisión para hacer un análisis de los espacios del colegio y ver cómo hacerlos más inclusivos para los niños y niñas que tienen distintas necesidades y distintas características.
El resultado está a la vista y responde tanto a lo que solicita la legislación vigente como a un sentido más profundo, como lo explica Paula Fritis, que cumple su segundo año como coordinadora de Inclusión.
“Estamos atendiendo los cambios legales que plantean que todos los niños y niñas, sea cual sea su condición, deben ser atendidos por el sistema escolar. Pero también hay que destacar un cambio de paradigma a nivel social que tiene que ver con la inclusión, que nos llama a darnos cuenta, a estar conscientes de que somos todos distintos, que hay ciertas condiciones subjetivas que se mantienen durante el ciclo vital, y que todos tenemos derecho a pertenecer, a estar, a estudiar. Ese contexto da pie para que el colegio atienda esta diversidad, aportando recursos humanos, materiales más potentes y fortaleciendo aún más sus equipos”.
El ascensor es el segundo en el colegio, si se considera el que funciona en el edificio Peter Mc Phee. Ahora, en el edificio que da hacia la calle Lyon, se instaló uno que cuenta con más tráfico, y que permitirá dar accesibilidad a personas que se encuentren con menor movilidad.
El patio sensorial está en pleno proceso, y se trata de un espacio entre el edificio Peter Mc Phee y la calle Bustos.
“En el caso de los patios sensoriales la idea es que los niños tengan ciertos materiales que les permitan tener un tipo y una cantidad de estimulación. Una idea es implementar paneles sensoriales, por ejemplo, que ofrecen una variada calidad de estimulación, respondiendo a distintos perfiles de niños y niñas. También hay elementos de la naturaleza, tierra, vegetación, lo que les permite estar más conectados con el entorno, de forma orgánica, logrando estados de mayor tranquilidad, lo que facilita la adaptación”, detalla Miss Paula.
Mientras, se han hecho intervenciones en el patio de Early Years, específicamente en Play Group, que está en proceso de enriquecimiento, con el fin de ofrecer mayor desafío y estimulación, incluyendo mesas de agua y arena.
A eso se suma el Aula de Recursos, habilitada en el edificio de primero a cuarto básico.
“Va a tener, por un lado, un espacio de calma para quienes necesiten más tranquilidad, con menos estímulos visuales y auditivos. Y por otra parte, habrá una zona con un objetivo pedagógico que permitirá experiencias de aprendizaje con materiales específicos, más concretos, tridimensionales, por ejemplo.
En suma, se trata de cambiar el paradigma y entender que cada ser humano tiene su subjetividad, su particularidad, y que es tan importante que aprendamos a vivir juntos. El objetivo es que el colegio continúe acogiendo y abordando la diversidad que somos. Estamos en ese camino”, concluye Miss Paula.
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