El Club de la Ciencia brilló en la Universidad de Chile
Una investigación sobre la flora en la Antártica hizo parte del Congreso Explora a alumnos de segundo medio.
Lo que empezó a conversarse ya en la segunda sesión del naciente Club de la Ciencia en una sala del colegio, tomó un curso impensado y terminó increíblemente instalado en el Salón de Honor de la Universidad de Chile.
El martes 12 de noviembre, Antonia Soto y Samuel Rossenblitt, alumnos de segundo medio, expusieron la investigación sobre la proyección de la flora en la Antártica en medio del prestigioso evento organizado por Explora, el espacio de divulgación del Conicyt. Fue el cierre para un trabajo inédito realizado en The English Institute, que este año creó el Club de la Ciencia con un grupo de alumnas y alumnos de segundo medio.
La iniciativa corrió por cuenta del profesor Nicolás Calderón, en su segundo año en el colegio. Ya en 2023 había tenido como alumnos de Biología a los primeros medios, por lo que, con más confianza, en segundo se acercó a preguntar quién estaría interesado en formar un Club de la Ciencia.
“La respuesta fue increíble”, recuerda Mr. Calderón. “Yo veía mucha inquietud en las clases, más allá del currículum, muchos comentarios de lo que veían en televisión, documentales, en internet, así que de inmediato formamos un grupo grande que se reunía los viernes, a las 15.30”.
La decisión
Una conversación sobre un video de Tik Tok que mostraba la flora que lograba sobrevivir en la Antártica motivó a los estudiantes. Tanto, que Calderón vio el espacio en Explora y decidió que allí había una oportunidad.
“Le pudimos dar forma a esa inquietud y nos lanzamos por un tubo. Enseñé a leer literatura científica para que pudieran interiorizarse con el tema, planteamos nuestra investigación. Fue todo un proceso a lo largo del año”, recuerda.
“En términos generales, el proyecto habla de que uno siempre se imagina la Antártica como algo blanco, sin vida. Empezamos sacándonos esa idea y viendo que sí hay vida. De hecho, hay dos plantas que son nativas, la Deschampsia antártica y la Colobanthus quitensis, unos pastos muy chicos que crecen en el verano y viven en condiciones espantosas, con pocos nutrientes, temperaturas bajas, radiación solar muy alta”, explica.
Un proceso
El Club de la Ciencia tuvo varios talleres durante el año, sobre cómo plantear preguntas de ciencia, cómo llevar una investigación, y cómo comunicar una investigación científica.
En el Congreso de Explora, los estudiantes se encontraron, además, con muchos colegios haciendo sus presentaciones.
“Los muchachos estaban felices y maravillados de ver otras cosas. Ellos tenían una visión reducida de la investigación científica y acá se encontraron con una variedad de estudiantes y de investigaciones gigantescas. Es algo muy conmovedor, porque demuestra el interés de una generación por el cambio climático, justamente la generación que le toca enfrentar muy directamente este tema”, concluye.
Aprendizaje
Los alumnos quedaron felices y orgullosos, como lo analiza ya a la distancia Antonia León.
“Participar en este evento significó ver que nuestro trabajo tuvo frutos. Fue lo más gratificante del año. La verdad es que no pensé que íbamos a llegar tan lejos como grupo. Nunca pensé en las flores de la Antártica, nunca pensé que me iba a interesar un tema así, pero al final terminé aprendiendo tanto, lo que me lleva a que siempre hay que abrirse a más cosas”, expresó.
Beatriz Álvarez también recordó el proceso. “Desde el inicio el club me sorprendió con las ambiciones que intentaba. Al final significó pasarla bien con mis amigos y apreciar los resultados de nuestro esfuerzo”, opinó.
Finalmente, Gabriel Holden destacó la participación en lugares ajenos al aula. “Esta experiencia me enseñó que hay más grupos y gente como nosotros, con las mismas ganas de participar y aprender sobre temas científicos. Que hay que seguir siempre adelante intentando de lograr lo que te gusta o interesa, dándole la chance a los demás de mostrar sus aficiones”, concluyó.